EUROPA
PRESS
3 mayo
2019
Los
‘selfies’, ¿culpables de un aumento de
blefaroplastias?
Recientemente, un artículo de la
prestigiosa revista científica ‘Ophthalmology
Management’ ha puesto en evidencia la relación que hay entre los selfis y un aumento de las blefaroplastias, las cirugías
destinadas a corregir el exceso de piel y las bolsas en los párpados.
Pero para poder entenderlo, hay que comprender primero cuál
es la función de los párpados y qué les sucede a estos con el paso del tiempo.
“Los párpados se encargan de proteger al ojo, evitando que entren o golpeen
cosas en ellos, además de permitir la lubricación del mismo, a través del
parpadeo, y que así se pueda ver”, explica a Infosalus
en una entrevista Marco Sales Sanz, vicepresidente de la Sociedad Española de
Cirugía Plástica Ocular y Orbitaria (SECPOO).
Con el paso del tiempo, este especialista de la Clínica Novovisión de Madrid indica que, como cualquier otra parte
del cuerpo, el ojo también envejece. “Suele producirse un exceso de piel en el
párpado superior, que el paciente suele percibir como una caída del párpado.
Este exceso de piel (‘dermatocalasia’) puede
asociarse con otros cambios, como por ejemplo un incremento de la grasa, la
caída real del párpado (‘ptosis palpebral’) o la caída de la ceja”, indica.
El oftalmólogo subraya también que en el párpado inferior el
cambio fundamental es aparición de bolsas, que la grasa de la órbita del ojo
salga hacia afuera. Además, añade que se puede producir un aumento de los
surcos por debajo de la propia bolsa, lo que comúnmente se denomina como
‘ojera’. Después se encontrarían las patas de gallo, que aparecen por la
contracción de los músculos de la expresión, por sonreír por ejemplo.
Entonces, ¿de qué manera la vista o nuestra salud se pueden
ver comprometidas por ello (aumento de piel en párpados, aparición bolsas de
grasa bajo el ojo y patas de gallo) y qué relación guarda con los ‘selfies’? El doctor Sales reconoce que “es muy raro” que
los cambios por envejecimiento produzcan un cambio de visión real, y puntualiza
que sólo en aquellos casos en los que hay un gran exceso de piel, ésta puede
empujar el párpado hacia abajo produciendo una ‘ptosis mecánica’ por ese exceso
de piel mencionado.
“Te lo desplaza hacia abajo. Cuando hay mucho exceso de piel,
ésta pesa mucho, puede desplazar el borde libre del párpado hacia abajo y tapar
el campo de visión, pero sólo en los casos más marcados. Es bastante poco
frecuente que lo produzca”, añade el también oftalmólogo en el Hospital Ramón y
Cajal de Madrid.
A veces lo que sí se puede producir es cierta sintomatología
como dolor de cabeza, según advierte, porque al tener exceso de piel se intenta
compensar la caída con la elevación de las cejas, con el músculo frontal, y
esta contracción mantenida del músculo frontal puede en ocasiones producir
dolor de cabeza.
Sobre los 'selfis', dice que se
han convertido en una forma de mostrar nuestra imagen a la sociedad. “Antes
sólo nos veíamos en la calle y excepcionalmente en fotos, pero ahora las
imágenes las hace uno mismo, bien de misma persona o en grupos, y además los
compartimos continuamente en las redes sociales. Esto hace que nos veamos
constantemente a través de una imagen y queramos mejorarla lo máximo posible.
Aunque suene llamativo, por eso han aumentado mucho las blefaroplastias, por
esa influencia de los selfis”, subraya el
especialista de la SECPOO.
Asimismo, el oculoplástico
advierte de que está el hecho de que lo primero que nos miramos son los ojos, por lo que somos
más conscientes de los cambios en la mirada ante el paso del tiempo, y queremos
mejorarlos para, en más casos de los que pensamos, favorecer nuestra imagen, si
puede ser en las redes sociales.
Desde la Academia Norteamericana de Cirugía Plástica y
Reconstructiva (AAFPRS, por sus siglas en inglés) señalan en este sentido que
el selfie y su impacto en la estética “están aquí
para quedarse” y continúan teniendo un gran efecto en cómo nos percibimos y
proyectamos, tanto delante de la cámara como fuera de ella. “La gente quiere
verse mejor debido a los selfis", asegura.
De hecho, subraya que en 2017, el 55% de las intervenciones
de cirugía plástica facial se realizaron porque querían verse mejor en los ‘selfies’, un 13% más que en 2016, y unas cifras que
aumentan año tras año, según precisa. “Cada vez más nuestros pacientes utilizan
las redes sociales como un foro donde obtener un sentido o un apoyo ante el
paso del tiempo", subraya William H. Truswell,
presidente de AAFPRS.
Y no sólo los selfis mejorados son
tendencia, según aclara. “Todo el mundo muestra en sus cuentas en las redes
sociales que nada está fuera de los límites cuando se trata de compartir las
mejoras estéticas. ¡Desde las inyecciones de labios
hasta los implantes de mentón y la reducción del lóbulo de la oreja. 2017 nos
mostró que no hay vergüenza en compartir tu camino hacia la confianza en ti
mismo!”, sostiene Truswell.
En cuanto a las blefaroplastias, el doctor Sales, experto en
esta técnica quirúrgica, recuerda que se trata de operaciones de cirugía
estética “muy frecuentes”, especialmente entre las mujeres de 50-60, aunque
cada vez hay más hombres que se someten a estas operaciones, ya que “son poco
agresivas y con resultados muy buenos”. Sales sostiene que los riesgos de las
blefaroplastias son “mínimos”, ya que si la cirugía la realiza un experto habrá
complicaciones excepcionales, en caso de haberlas.